Hacer surgir el embrión de la idea para un tramo de costa, idílico, hacia el norte del Mar Rojo, con un clima más templado que zonas más al sur o más centrales de Arabia Saudita, para un nuevo asentamiento que conjugue vida de habitantes que residan con vida de visitantes. Es un equilibrio territorial lo que debe preservarse que pone en la balanza el desierto y sus wadis con el mar lleno de corales. Por eso se aconseja la creación de pequeños núcleos de 2.000 personas para no saturar, de forma irreversible, determinados puntos el territorio por sobreconstrucción, consumo de energía, generación de residuos, y establecimiento de infraestructuras de comunicación.